Para llevar adelante la transformación, se han establecido las siguientes directrices, las que guiarán todo el proyecto, desde la definición hasta la implementación de la nueva plataforma de servicios:

• Mínimo impacto en nuestros clientes. Esto significa que todas las interfaces no visuales no deberán ser modificadas, de manera de no afectar la interacción con nuestras contrapartes. Sin embargo, la interfaz usuaria será modificada, logrando mejoras sustantivas en la experiencia usuaria.
• El DCV adaptará sus procesos productivos y operacionales, con el fin de tener una solución escalable en el futuro, aprovechar al máximo los beneficios de una solución World Class para el mercado chileno y lograr una mayor sinergia con nuestro socio estratégico.
• Información constante y oportuna. El proceso de desarrollo e implementación es de gran criticidad, por lo que debemos mantener informados a nuestros participantes de cada una de las etapas del proyecto, como asimismo involucrarlos tempranamente para que el proceso de puesta en producción cuente con la máxima preparación del mercado.
• Esta transformación afectará a todo el mercado y tenemos que avanzar todos juntos. El proceso de implementación considera un trabajo colaborativo con cada uno de los participantes del DCV.

La nueva plataforma incorpora tecnología diseñada para satisfacer las necesidades operativas y de información de nuestros clientes manteniendo la continuidad y seguridad como pilares fundamentales, DCV evolución, asegura la correcta transición hacia los nuevos servicios.

Nos estamos transformando.