Estamos formados para pensar en calidad de servicio y que esto sea percibido por nuestros clientes. Esto va más allá de la medición misma, es un estilo de trabajar que se refleja en actividades específicas que buscan una mejora continua y un compromiso por el trabajo bien hecho”, explica Juan Carlos Melys, subgerente comercial.

128 nuevos clientes se incorporaron al Depósito Central de Valores en sus diferentes líneas de negocio durante el 2018, año que estuvo marcado por cifras relevantes en cuanto al saldo total de la cartera depositada que alcanzó los 9.120,6 millones de UF y por los más de 4.000 registros de prendas que se ingresaron al servicio de garantías.

Un paso más allá decidió dar el Depósito Central de Valores para seguir fortaleciendo su integridad corporativa. Hace 10 años que existe el grupo de Integridad Corporativa con foco en los colaboradores, quienes disponen en la intranet de la empresa de un canal para realizar consultas y denuncias, esto último administrado por una empresa externa para garantizar la confidencialidad.

En el restaurante Bocacielo y con una vista privilegiada de Santiago, el Depósito Central de Valores (DCV) realizó su tradicional encuentro con operadores y representantes de distintas instituciones del mercado financiero local, cerrando así la celebración de sus 25 años de historia.

En un mercado financiero cada vez más competitivo, la capacidad que tengan las empresas para innovar es fundamental para seguir creciendo. Bajo esa premisa, el Depósito Central de Valores (DCV) decidió apostar fuertemente por la cultura de innovación al interior de la compañía, con el objetivo de explorar nuevas líneas de negocios apalancadas en sus actuales capacidades estratégicas.

Las oportunidades en el sistema financiero aparecen (y desaparecen) en segundos. Es muy relevante, particularmente en el campo legal, aprovechar tales oportunidades sobre todo cuando éstas van en una dirección acorde a los tiempos de innovación que se exigen a los mercados en general.