Nuestro compromiso con el mercado de valores es
“ser el último componente del sistema financiero que deje de operar y el primero en recuperarse”, señala André Medel, subgerente de riesgo y continuidad de negocios del DCV.
En un entorno financiero donde la estabilidad y la confianza son pilares fundamentales, el Depósito Central de Valores (DCV) se ha posicionado como un líder en la gestión de la continuidad de negocio. Desde sus inicios, ha implementado políticas robustas para asegurar que sus operaciones sean resilientes ante cualquier eventualidad.
"Nuestro compromiso es claro: ser el último componente del sistema financiero en dejar de operar y el primero en recuperarse", asegura André Medel, subgerente de riesgo y continuidad de negocios del DCV, quien destaca la misión de la organización en garantizar la seguridad y la integridad del mercado de valores.
Este enfoque no es casual. Desde 2011, la empresa ha alineado todas sus operaciones con estándares internacionales como la ISO 22301, que establece las mejores prácticas en la gestión de la continuidad de negocio.
Este estándar, junto con otras normativas como la ISO 31000 y la ISO 27001, forma el marco que guía cada decisión estratégica de la compañía. "Año tras años el DCV está obligado a cumplir con las auditorías de seguimiento que requieren las normas 22301 y 27001. Nos hemos certificado y recertificado, lo que nos permite cumplir con las exigencias regulatorias y ofrecer una garantía de confianza a nuestros clientes y al mercado en general", agrega Medel.
En este sentido, uno de los aspectos más destacados del sistema de gestión de continuidad de negocio es su enfoque en la duplicación de componentes críticos. Con tres data centers estratégicamente ubicados, la organización está preparada para mantener sus operaciones incluso en los escenarios más adversos.
Pero más allá de la tecnología y los procesos, lo que realmente diferencia al DCV es la cultura organizacional. "Todos los empleados, desde los ejecutivos hasta los responsables de cada proceso, están comprometidos con la continuidad del negocio. Este compromiso colectivo es lo que nos permite no sólo reaccionar rápidamente ante cualquier incidente, sino también anticiparnos a los posibles riesgos", sostiene el subgerente de riesgo y continuidad de negocios.
Con su mirada puesta en el futuro, el DCV continúa fortaleciendo su sistema de gestión de continuidad de negocio, adaptándose a los cambios del mercado y las nuevas tecnologías. La reciente mantención de la certificación bajo la ISO 22301 e ISO 27001 es testimonio de un trabajo continuo y de una cultura de mejora constante que sitúa a la organización a la vanguardia del sector financiero.
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