![]() | |||
---|---|---|---|
El 15 de marzo de 1993 es una fecha importante no sólo para el Depósito Central de Valores (DCV), sino para la totalidad del mercado financiero en Chile, ya que marcó la puesta en marcha de esta compañía que aporta seguridad y transparencia.
Los grandes Hitos en la historia del DCV El primer gran hito de la compañía sucedió a principios de 1995, cuando el DCV trasladó sus oficinas a calle Huérfanos, en Santiago Centro, para posibilitar que en mayo de ese mismo año se efectuara el traslado del 100% de los valores mantenidos en la custodia del Banco Central de Chile a la custodia en la bóveda central. Al año siguiente, la empresa alcanza su consolidación como un actor relevante del mercado financiero local, para luego asumir un rol estratégico para el desarrollo del mercado chileno. En 1997, el DCV registró la totalidad de los depósitos de los instrumentos de renta fija y de renta variable que se transaban en el mercado nacional, aumentando significativamente sus volúmenes custodiados, cifra que todos los años sigue aumentando, dando cuenta de un servicio sólido y confiable para sus clientes. Hoy la compañía mantiene en custodia más de 9.400 millones de UF, equivalentes a 1,6 veces el PIB nacional y con más 150 mil transacciones en un mes. La historia del Depósito Central de Valores está llena de hitos relevantes, en donde hoy se incluyen 6 líneas de negocios y más de 20 servicios, entre ellos la misma filial DCV Registros cuyo objetivo es administrar registro de accionistas de sociedades anónimas y de aportantes de fondos de inversión y cuya formación se remonta al año 2000. Otro hecho importante dentro de su historia, es que, a partir del 1 de julio de 2004, todas las emisiones anteriores a enero de ese año fueron aceptadas en depósito sólo de forma desmaterializada, poniendo término al ingreso de títulos físicos a la bóveda de la compañía. Esta iniciativa ha significado la desmaterialización de más de un millón de títulos físicos pertenecientes a instituciones bancarias y financieras. Hoy el DCV mantiene un 97,9% de su cartera en forma desmaterializada y sólo un 2,1% en forma física. La necesaria internacionalización A comienzos de la década pasada, el DCV puso la mirada más allá de las fronteras nacionales y se embarcó en el análisis y desarrollo de servicios para el mercado internacional. Para ello puso su esfuerzo en la necesidad de integrarse a los mercados financieros internacionales en busca de acuerdos que le permitieran establecer servicios recíprocos con depósitos de valores extranjeros. Entre estas alianzas se destaca su inclusión en el Mercado Integrado Latinoamericano (MILA) y la llegada a Chile del gigante mundial Euroclear. El DCV es una institución única, y como tal, tiene que estar constantemente mirando las mejores prácticas internacionales para incluirlas en su quehacer. Es por esto que en el año 1999 fue uno de los primeros países en integrar la Asociación Americana de Depósitos de Valores (ACSDA) en la que hoy ocupa la vicepresidencia, representada por Javier Jara, Gerente Comercial y Asuntos Legales. “El DCV ha traído modernidad al mercado de valores, erradicando prácticas que permanecieron inalterables por décadas y entregando la capacidad de operar con valores en entornos seguros y eficientes. En estos 25 años de trayectoria, la compañía siempre ha tenido un rol proactivo en buscar nuevas tecnologías, tarea que actualmente nos tiene embarcados en el proyecto más importante de modernización de nuestros sistemas para incorporar estándares internacionales, mejores prácticas de la industria y proveer así, una experiencia de servicio renovada y sin dudas mejor. Además, participamos de un equipo de trabajo, junto a otros depósitos de valores extranjeros, para investigar las aplicaciones de la tecnología Blockchain y evaluar sus posibles usos en este ámbito. Es decir, el DCV no sólo se conforma con lo que ya ha logrado, sino que siempre quiere ir un paso adelante”, destaca el gerente general de la empresa, Fernando Yáñez. Imagenes de nuestro aniversario
DCV Noticias |
