Como es ya tradición, durante marzo el DCV realiza su fiesta anual para conmemorar un año más de funcionamiento en el mercado.  Una noche para celebrar y manifestar el orgullo de trabajar en una compañía que valora y aprecia a sus colaboradores.

En esta oportunidad, la invitación consistió en hacer algo diferente y volver a lo simple: una fiesta #sintacosnicorbata, volviendo a lo natural, aunque sin renunciar a la diversión y la sorpresa, un evento que se ajustará a un año que lo hemos denominado el “año de la eficiencia”.

“Si el 2015 fue “el año de la seguridad” y nos dedicamos a fortalecer las áreas relacionadas con la Seguridad de la Información, el Cumplimiento y la Ética Corporativa, es oportuno que este año nos hagamos cargo de generar eficiencias en nuestro trabajo”, señaló Fernando Yáñez, gerente general.  Eficiencia, pero sin dejar de lado todos los demás atributos que caracterizan a esta empresa, e instó a todos los colaboradores a mantenerse enfocados en el logro de los objetivos y metas corporativas.

Fue una celebración que sorprendió, como todos los años.  Cada grupo salió ordenadamente desde sus oficinas de Apoquindo y Huérfanos a las 17:30 horas del viernes 18, lo que fue inédito ya que anteriormente la celebración era nocturna.  Al llegar los buses al centro de eventos, un hermoso atardecer junto a un cóctel y música en vivo daban inicio a la fiesta de aniversario.  Esta es una celebración muy esperada por todos en el DCV, porque permite compartir sin jerarquías con todos quienes conforman esta empresa y ver caras que en el día a día sólo se escuchan tras el teléfono, porque un grupo importante de colaboradores trabaja en edificios diferentes.

Sobre el DCV:

La cena es también la ocasión especial para reconocer la trayectoria de colaboradores que cumplen 10, 15 y 20 años de trabajo en el DCV, quienes son premiados por su compromiso y dedicación. También es minuto para destacar y agradecer a quienes se retiran tras cumplir un ciclo en la compañía. En este caso, cuatro fueron las personas que luego de más de 20 años junto a la empresa se retiran: Mario Soto y Rómulo Parra en su rol de Vigilantes, además de Juan Parra y Víctor Pinochet que desempeñaron el rol de custodio en la bóveda del DCV desde sus inicios.

Fernando Yáñez también destacó la importancia de las personas en hacer de esta empresa lo que es hoy: “Esta empresa es lo que es gracias a ustedes, que son los que trabajan en ella. Una empresa es como un barco y yo he tenido la suerte de ser el capitán y llevar el timón, pero sin los excelentes tripulantes que me acompañan, la travesía no sería la misma”, resaltó.

Para este año 2016 la invitación es a trabajar con entusiasmo y dedicación. Porque este año, queda prohibido no sonreír a los problemas, no luchar por lo que quieren y no convertir en realidad sus sueños. Feliz Aniversario!!