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Desde sus inicios el DCV ha puesto su foco en ofrecer condiciones de desarrollo para sus colaboradoras.La diversidad más que un tema de moda, de titulares y marketing, se ha convertido en una oportunidad para que las empresas consigan mejores resultados productivos. Según una encuesta de Boston Consulting Group, el 98% de las empresas declaran tener programas de diversidad de género, pero sólo el 21% de las encuestadas cree que se beneficia de ellos. “Estas iniciativas son tremendamente relevantes, pero por sí solas no son suficientes. Lo que las mujeres requieren, además de estos marcos teóricos, son acciones concretas y cercanas” explica Sandra Valenzuela, Gerenta de Gestión de Personas del Depósito Central de Valores. “Hay consenso en que urgen modelos de trabajo flexibles y, además, buenas prácticas, visibles y accesibles que podamos imitar”, agrega la ejecutiva. Desde sus inicios, el Depósito Central de Valores (DCV) ha puesto su foco en ofrecer condiciones interesantes de desarrollo para nuestras colaboradoras, en todos los niveles de cargo al interior de la organización. “El camino no es rápido ni fácil, pero estamos avanzando. No sólo nos pasa a nosotros, Chile es un país con una brecha de diversidad importante, pero sería un lindo desafío que la industria financiera, a la cual pertenecemos, liderara el cambio para hacer de la diversidad de género, una realidad tangible”, señala Valenzuela. Según un reciente estudio presentado en Icare, las empresas con más del 30% de mujeres en altos cargos, tienen un 6% más de utilidades que las que no cumplen esta condición. Asimismo, las firmas con al menos una mujer en puestos ejecutivos obtienen un 14% de retorno sobre el capital, frente al 11% de las organizaciones sin representación femenina, de acuerdo con el informe “CS Género 3000: Las Mujeres en Altos Puestos Ejecutivos” de Credit Suisse. Algunas cifras en el DCV.País de origen
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